PAU DONÉS
Publicado Jueves, 14-05-09 a las 13:19
El martes pasado murió Antonio Vega. En donde yo vivo hacía un día de cojones. Después de una semana de lluvia, salió el sol, el cielo azul, el verde insultante de la primavera, y por encima, todavía el blanco de la nieve. Un día muy hermoso, como él.
El río se veía como nunca antes. Bajaba rebosando agua, limpio, bravo, rebelde, generoso, bellísimo, como él.
Imaginé que Antonio lo había previsto así. ¡Qué lujo despedirse en un escenario como este!. Y que buen recuerdo, porque cada vez que piense en él o escuche una de sus canciones, ese será el paisaje que nos acompañe.
Belleza, eso es lo que destacaría del Antonio Vega compositor, el que perdurará para siempre. Belleza en el fondo y en la forma. En las letras, en las melodías, en los arpegios de guitarra, en el pelo de su voz.
Supongo que estos días se dirán muchas cosas de él
La belleza es lo que también destacaría del Antonio Vega persona, el que se fue el martes para siempre. Tranquilo, cariñoso, legal, discreto, hipersensible y buena persona.
Quedan en mi recuerdo momentos que compartimos alrededor de canciones en algún recóndito estudio o en algún escenario de por ahí. Pero en especial me viene a la cabeza una noche, después de una actuación, en la que me invitó a su casa. Nos sentamos en la mesa del comedor y estuvimos conversando hasta el amanecer. Hablamos de música, de músicos, de la vida, de cuan difícil es soportar la presión con la que convivimos los que nos dedicamos a esto. Me dio consejos, muchos consejos. Me dijo que compusiera siempre con el corazón. Y que después buscara la estética (musical y lírica) sin prisa, adecuándola convenientemente al mensaje que quería transmitir, disfrutando del momento, cuidando los detalles. Las canciones son pequeñas obras de arte que hay que tratar con mucho mimo, pues son una parte de nosotros que quedará para siempre.
Después de esa noche comprendí lo afortunado que era por haber idolatrado a un tipo tan entrañable y talentoso. Y también por haberlo conocido después. La realidad superó a la ficción.
Supongo que estos días se dirán muchas cosas de él. Vivimos en un país de listos. Muchos pretenderán haberlo conocido. Contarán y escribirán sobre historias y anécdotas con él. Pero en este caso, las palabras sobran. ¡No escriban, no digan, no finjan cosas que no fueron. Cierren la boca y escuchen!. Escuchen las canciones que Antonio Vega (en solitario o con Nacha Pop) ha dejado en este mundo para siempre. Posiblemente de las canciones más bellas que existen.
Por si acaso, les muestro un texto que escribió él, con motivo de nuestro último encuentro.
“La experiencia de compartir contigo aquel “Completo incompleto” la llevo conmigo a todas partes para no olvidar que en la humildad se produce el encuentro de los grandes”. A.Vega-enero 2008
Te quiero Antonio. Gracias por tu bondad, tu genio, tu arte y tu inspiración. Hasta la vista.
Publicado Jueves, 14-05-09 a las 13:19
El martes pasado murió Antonio Vega. En donde yo vivo hacía un día de cojones. Después de una semana de lluvia, salió el sol, el cielo azul, el verde insultante de la primavera, y por encima, todavía el blanco de la nieve. Un día muy hermoso, como él.
El río se veía como nunca antes. Bajaba rebosando agua, limpio, bravo, rebelde, generoso, bellísimo, como él.
Imaginé que Antonio lo había previsto así. ¡Qué lujo despedirse en un escenario como este!. Y que buen recuerdo, porque cada vez que piense en él o escuche una de sus canciones, ese será el paisaje que nos acompañe.
Belleza, eso es lo que destacaría del Antonio Vega compositor, el que perdurará para siempre. Belleza en el fondo y en la forma. En las letras, en las melodías, en los arpegios de guitarra, en el pelo de su voz.
Supongo que estos días se dirán muchas cosas de él
La belleza es lo que también destacaría del Antonio Vega persona, el que se fue el martes para siempre. Tranquilo, cariñoso, legal, discreto, hipersensible y buena persona.
Quedan en mi recuerdo momentos que compartimos alrededor de canciones en algún recóndito estudio o en algún escenario de por ahí. Pero en especial me viene a la cabeza una noche, después de una actuación, en la que me invitó a su casa. Nos sentamos en la mesa del comedor y estuvimos conversando hasta el amanecer. Hablamos de música, de músicos, de la vida, de cuan difícil es soportar la presión con la que convivimos los que nos dedicamos a esto. Me dio consejos, muchos consejos. Me dijo que compusiera siempre con el corazón. Y que después buscara la estética (musical y lírica) sin prisa, adecuándola convenientemente al mensaje que quería transmitir, disfrutando del momento, cuidando los detalles. Las canciones son pequeñas obras de arte que hay que tratar con mucho mimo, pues son una parte de nosotros que quedará para siempre.
Después de esa noche comprendí lo afortunado que era por haber idolatrado a un tipo tan entrañable y talentoso. Y también por haberlo conocido después. La realidad superó a la ficción.
Supongo que estos días se dirán muchas cosas de él. Vivimos en un país de listos. Muchos pretenderán haberlo conocido. Contarán y escribirán sobre historias y anécdotas con él. Pero en este caso, las palabras sobran. ¡No escriban, no digan, no finjan cosas que no fueron. Cierren la boca y escuchen!. Escuchen las canciones que Antonio Vega (en solitario o con Nacha Pop) ha dejado en este mundo para siempre. Posiblemente de las canciones más bellas que existen.
Por si acaso, les muestro un texto que escribió él, con motivo de nuestro último encuentro.
“La experiencia de compartir contigo aquel “Completo incompleto” la llevo conmigo a todas partes para no olvidar que en la humildad se produce el encuentro de los grandes”. A.Vega-enero 2008
Te quiero Antonio. Gracias por tu bondad, tu genio, tu arte y tu inspiración. Hasta la vista.
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