martes, 26 de mayo de 2009

Antonio Vega: el eterno ausente

25-05-2009

Las poéticas letras de 27 de sus musicales obras se reúnen en ‘¿Y Si Pongo Una Palabra’, un libro nacido en los últimos días de vida del artista. Un bello y romántico tesoro para los amantes de la poesía intimista de alta calidad.

Antonio Vega
Ya en 1991 para el programa televisivo Top Madrid, en la presentación de su primer LP ‘No Me Iré Mañana’ confirmó su deseo de editar un libro con escritos, extractos y letras de canciones que le gustaría, si no explicar, por lo menos sí traducir al lenguaje de prosa.

El excepcional músico llegó subido a una nueva ola que bañó de ingente virtuosismo pop las playas de la movida madrileña. “Andar sin avanzar, caminar, tropezar, beber otras diez, madrugar y no llegar, ¿quién tiene prisa en verme llegar?”, era la letra de 'Grité Una Noche', del disco 'Dibujos animados' (1985), el 5º con su primer grupo Nacha Pop.

En la frontera entre lo que se ve por fuera y lo que hay por dentro, el niño portavoz de su conciencia al que nunca sació la fiesta perpetua, siempre ha tenido una imaginación asombrosa, sabiendo alcanzar estados de ánimo abismalmente profundos. Posee Antonio Vega la imperfecta virtud de generar en todos los mismos sentimientos, desfalleciendo en un sin fin de esfuerzos por hacer comprender el arte, y lo que se siente con él en las manos y en la cabeza.
El arte en la vida, se reduce a la fragilidad. Los artistas de este talento siempre serán recordados; son inmortales. Grandes hombres frustrados. Artistas cabizbajos. Amantes tormentosos arrastrando una turbulenta existencia por sentir su arte.

“Cuando conozca tu alma pintaré tus ojos” oraba Modigliani. Pues Antonio Vega no era ningún desconocido para sí mismo, y simplemente se dejaba transportar adonde le llevase la inspiración con los ojos cerrados, adonde el murmullo pareciera hablar, al escenario de su recuerdo, de su recreo, donde silencio, risa y cordura otorgasen aliento a su locura, a su música, y a su prosa.
Porque era un gran letrista, pero además de un alma sensible, humana, a veces desesperada, y en ocasiones calma. Se desnudaba a través de misteriosas letras que despiertan empatías brillando con una profundidad hiriente. Su legado se halla repleto de frases que hacen darle vueltas al sentido de todos los inadvertidos aspectos del propio ser. Tal sentimentalismo cósmico que percibía uno en sus entrevistas en las que cartas boca arriba hacía mirar el alma y apostar. Inquietud. Transmitía desconsuelo. Ese que sólo los genios saben convertir en obras maestras gracias a su creatividad, a su rico mundo interior. Y hoy en día no hay muchos.

“Con las manos tan llenas, cada día más flacos”, cantaba en 'Aunque Tú No Lo Sepas' Enrique Urquijo, su muy cercano colega. Quien tuvo un importante papel en un homenaje monográfico con el que algunos querían dar por extinguido al poeta expresionista, cuyo físico reflejaba lo contrario de la fuerza vital que poseía dentro. ‘Se Dejaba Llevar Por Ti’ es su composición más clara sobre el mundo de las drogas, las cuales agudizaban los elevados ángulos de su cara, paradigma de una fragilidad evidente. Desgraciadamente la vida que llevó le ha pasado factura, aunque quizá de no haberla llevado no hubiese llegado a ser quien ha sido. Paradojas del ser humano.

¿Débil? ¿Caída? ¿En picado? ¿Lástima?, cuán atrevida es la ignorancia J…R, qué demagoga y conformista es la España profunda. O por lo menos se distingue un trabajo extenso, una idea clara, y una potente manera de hacer llegar a un genio difícil de mostrar al público.

Todo eran rumores que corrían como la pólvora enalteciendo el mito del icono del pop español. Parecía adentrarse aún más en un pozo sin fondo. Y en aquel momento apareció Marga del Río, que luchó con él cuando más lo necesitaba. Fue en la tempestuosa grabación en Palma de Mallorca de 'Anatomía De Una Ola'. Se convirtió en su mujer, amiga y confidente, su mano derecha. De ella ha dicho que le enseñó "cosas" que no pudo rechazar. "El cambio que produjo Marga en él fue espectacular. Ganó una fuerza increíble", aseguraban desde su entorno. Pero ella falleció.

El genio post-impresionista Van Gogh pensó que debía creer en Dios para soportar tantas desgracias, en cambio Antonio Vega se sumergió en un mar de odas a su amada dando como resultado el disco ‘3000 Noches Con Marga’. "Él ha sido siempre una persona muy libre con una forma única entre el caos y la poesía. Ahora está centrándose en algo que quiere y por eso todo va muy pausado. Es su total responsabilidad" declaró su primo durante la grabación del mismo, y, “es una liberación incluso de mí mismo”, comentó el artista en la presentación.

Enmudecido el público, volvió a saborear esa estremecedora voz más cercana al alma que a la garganta. En su particular estado de gracia, de sus manos floreció ese fuego perpetuo que siempre le ha flanqueado, unos dedos fieles, fulminantes, con una energía a la que su físico negó el acceso hace tiempo. La úlcera resultante le dolía menos que sus ojos, siempre contraídos por la decepción y la impotencia. Penó, y resistió, lo que pudo sobrellevar su menudo cuerpo.

Ésta ha resultado una muerte ajena que se siente como propia, la pérdida de un espíritu libre e independiente, que no se identificaba con ningún grupo, tendencia o maestro. Inigualable. No se explican las razones de su comportamiento disoluto y desordenado, sus intereses artísticos, las concepciones que definen su arte, las aspiraciones que le movieran, su interacción con el resto de compositores. Se trata de otro ser confuso, alienado por sí mismo, huidizo voluntario de la cotidianidad, al que el monstruo todavía persigue en pesadillas.

Modigliani no vendió un cuadro en vida, pero apenas un par de horas después de morir, los tiburones devoraron su obra, el dolor de su sombría y desesperada existencia se refleja también en las estilizadas esculturas de cabezas femeninas que hicieron flojear a mil rodillas en su presencia. Y qué decir de la obra de Van Gogh, que recibió su primer gran impulso once años después de su muerte, y vendió un único cuadro en vida de sus más de 1700 obras, algunas de las cuales han llegado a ser adquiridas no hace mucho por 82,5 dólares.

Quedan "pintados" como talentos huérfanos y desheredados, sin rumbo ni suerte, nada que sostenga su descentrada vida, bohemios amantes del amor y los excesos, de la lluvia y el arte, pero solos y nada más que solos. Es, una metáfora de tipos humanos hoy día infrecuentes, casi extinguidos, pero embriagadoramente fascinantes, encantadoramente atractivos.

Estos hechos describen el género humano y la podredumbre que suele caracterizarlo, calculadamente cruel resume muy bien el negocio del arte: el desprecio por el artista y por la propia obra, contemplada como objeto decorativo de relumbrón social y no como ese compendio de ideas y sensaciones que es. El arte tiene aún algo que decir, sigue vivo, es vida en sí mismo.

Representantes de tiempos que ya nos son totalmente irreconocibles, ajenos, en los que el arte contenía en sí la utopía, la esperanza, se han ido. Pero el arte todavía es vida, trágica a menudo, pero vida, y no una triste pantomima cuando no una gran estafa como sucede.

'¿Y Si Pongo Una Palabra?' reúne 27 de los mejores textos de Antonio Vega
MÁS ALLÁ DEL BIEN Y DEL MAL

No nos sorprenderán los “amigos” del artista que ahora aparezcan incluso de debajo de las piedras contribuyendo a una horrenda mitificación de homenajes y tributos. Aquí se presenta la materialización de un sueño, una edición literaria, el resultado de años de dedicación para aunar los versos más bellos del artista. Se autodefinía poeta, sopesando la dificultad del castellano escrito sin caer en lo cursi o intrascendente.

No es un producto oportunista como todo lo que prontamente se nos avecina, se trata de una iniciativa con la que el músico se mostró muy ilusionado cuya distribución comenzó antes de que expirase su último halo, quizás no quería dejar asuntos pendientes, fiel a su reputación de hombre de palabra, discreto y humilde. La lucha de gigantes llegada a su fin nos transmite a mundos más sensibles, de paz. Se fue en una décima de segundo sin hacer apenas ruido, pero habiendo trascendido, y el sitio de nuestro recreo, ahora está vacío. Nos sentíamos tan tristes y a la vez tan intensamente vivos, que ahora, muerta la tristeza, ya no sabemos lo que sentir.

"Y pasó tanto tiempo que llegué a ver sombras en color Y pasó tanta gente por delante que nadie me vio."
‘Esperando Nada' - Antonio Vega.

CONTENIDO:
El circo Antes de que salga el sol La chica de ayer Brillo perdido Enganchado a una señal de bus Luz de cruce No puedo mirar Una décima de segundo Escala real Sentado al borde de ti Lucha de gigantes Desordenada habitación Esperando nada Tesoros Háblame a los ojos La última montaña Mis dos amigos Océano de sol Palabras Cierto como imaginar Hablando de ellos El sitio de mi recreo La hora del crepúsculo Ángel caído Agua de río Seda y hierro Pueblos blancos
Terra Música - Violeta Sánchez

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