sábado, 23 de mayo de 2009

Antonio Vega

Fatalidad y un inmenso vacío. El fin de semana estuve escuchando todos mis discos de Nacha Pop y Antonio Vega para responder a una entrevista que ayer tarde mandé al diario Público con motivo de un reportaje que le iban a dedicar a Antonio a raíz de la salida de un libro con todas sus letras que acaba de publicarse.

Me queda el recuerdo de cuando, adolescente a finales de los setenta, lo vi por primera vez en Zaragoza con Nacha Pop en concierto. Me queda un abrazo que nos dimos en la Sala Clamores en un concierto mío hace dos años donde él estaba entre el público al final de la barra. Me queda una guitarra suya con su firma que compré en un Cash and Converters en 2004 y con la que me hice la gira de “Amor entre las cuerdas” . Y sobre todo me queda el misterio y la magia de sus letras y su música delicada y emocionante. Un abrazo a todos los que lo admiramos y a los músicos que reconocimos en él a un maestro y a un compositor de sensibilidad y metáforas extraordinarias. Gloria a los buscadores de belleza.

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